viernes, 5 de diciembre de 2014

LA LENGUA DE LAS MARIPOSAS

Erwin Panosky, historiador del arte y ensayista alemán, propone tres áreas que conforman la naturaleza del relato cinematográfico. El nivel preiconográfico, el nivel iconográfico y el nivel iconológico. Panofsky llama a este último significado, intrínseco contenido, y admite que lo conforman valores simbólicos. Pone en relación el tema representado con su significado profundo (valores, ideas o aspectos culturales que esconde la imagen) y analiza la película en su contexto cultural intentando comprender su significado en el tiempo en que se realizó.
                      
Ningún ser humano será capaz de reconocer el tema central de La lengua de las mariposas, enfocada a la situación de los maestros republicanos en el final de la II República y los comienzos de la Guerra Civil española en una aldea gallega; para ese individuo ignorante no será más que una guerra en la que uno u otro tiene el poder. El periodo fílmico es desde la primavera de 1936 hasta el 17 de Julio, día que estalla la Guerra Civil. La lengua de las mariposas muestra cómo el contexto histórico de los personajes influye hasta tal punto en ellos que acaba por desbordarlos. Existe una clara diferencia entre el inicio del film y el final, donde pertenecen unos temas, planos y escenarios simbólicos y característicos en cada una de las partes.

Gorrión es un niño que se educa junto a su maestro Don Gregorio, un republicano y humanista, con valores como la justicia, la amistad, la libertad, el amor, la igualdad y la no violencia. Entre ellos se crea una estrecha amistad que hace que el niño abra los ojos al mundo que le era hasta entonces desconocido. Sin embargo, esta relación se ve trucada por los inicios de la Guerra Civil y Gorrión aprende nuevos conceptos mucho más duros que los de la escuela como son la traición o la humillación.  El símbolo dominante de la película es el de la lengua de las mariposas. Moncho y Don Gregorio lo practican pero algunos del pueblo violan las libertades de otros a causa del poder corrompido. El pueblo acata cada régimen que llega. Pasa del saludo “Viva la República” al “Arriba España” porque lo que desea es la normalidad y el evitarse problemas.


Las mariposas chupan el néctar de las flores en la primavera con las lenguas enroscadas para polinizar otras flores del campo. El desenrollar de la espiritrompa simboliza que los seres humanos deben de abrirse para chupar el néctar dulce del mundo. Es decir, no absorbemos las ideas de la libertad o el descubrimiento científico si vivimos enroscados. Las flores y las mariposas se benefician mutuamente, lo cual significa que somos hechos para un mundo pacífico. Las ideas de uno no deben eclipsar las de otro.

Como la relación entre las mariposas y las flores, la relación entre don Gregorio y Moncho ejemplifica este vínculo en un mundo turbulento. Don Gregorio es la única persona que quiere que Moncho piense y que descubra lo que cree por sí mismo. De manera simbólica, don Gregorio es la lengua que desenrolla para mostrarle a Moncho las ventajas de una relación simbiótica entre iguales. Los consejos de don Gregorio le demuestran a Moncho los límites de la libertad en las relaciones jerárquicas. En un mundo que la iglesia católica domina, esos pensamientos libres y este tipo de educación son una fruta prohibida que no se toca. Pero Moncho hace lo contrario: cuando come la manzana, se convierte en un conocedor (como Adán y Eva) del bien y del mal. Es decir que aunque no sabe la gravedad de su decisión, come un pedazo del conocimiento del odio entre los Republicanos y los Nacionalistas.

Hay cuatro encuadres en la película muy simbólicos y significativos que para interpretarlos hay que conocer el contexto cultural de la obra, intentando descubrir los significados que tenían cada uno de sus elementos constitutivos en su tiempo y en su contexto histórico.

Este encuadre es la culminación de la lucha por el control entre la religión (representada por el sacerdote) y la ciencia (representada por Don Gregorio); los conservadores y los liberales; los nacionalistas y los republicanos. Don Gregorio tiene una mano cerrada que muestra protección y poder, pero su gesto es más abierto que el padre, tiene las manos enlazadas en un gesto cerrado y autoritario. Además, los sombreros son simbólicos porque muestran sus diferencias ideológicas. Don Gregorio lleva un sombrero típico gallego y el sombrero del padre representa su estatus en el pueblo. Este encuadre muestra el resentimiento de la iglesia católica porque la República ha quitado el poder de la Iglesia, suprimiendo el requisito de la educación religiosa.
     
                                     

Con la curiosidad y la atención enfocada en la mariposa, Don Gregorio, Moncho y Roque descubren los milagros de la naturaleza, lo cual enfatiza la validez de la enseñanza reformada bajo la República. El ángulo contrapicado de la cámara subraya el papel influyente e imprescindible del maestro republicano en el centro del marco. Don Gregorio lleva un sombrero blanco que simboliza la pureza. Lleva el traje nuevo, regalo del padre republicano de Moncho. Es como si esta escena simbolizara el deseo de criar a una generación libre y educada en España bajo la República.


Simbólicamente, este encuadre de primer plano retrata el conflicto ideológico entre la ciencia y la religión. Los dos protagonistas están situados en el jardín (simbólico de Adán y Eva). Con un ángulo un poco puesto al nivel de Don Gregorio, es como si el espectador viera a Moncho desde la perspectiva del maestro. A lo largo de la película es como si Moncho estuviera entre dos ideologías, porque mientras su madre y el sacerdote del pueblo creen en la división entre el infierno y el cielo, su padre y Don Gregorio son republicanos ateos. En un momento, después del funeral de la madre de Carmiña, Moncho pregunta a Don Gregorio, “Cuando uno se muere...,¿se muere o no se muere?”. Cuando Don Gregorio comparte su secreto de que el infierno no existe, que el infierno verdadero es el odio, es como si la película claramente representara las tendencias anticlericales que temieron los conservadores.


Con el encuadre dividido por la columna de madera en el centro de la cocina se retrata la división ideológica de la familia de Moncho. Los efectos de la luz, la postura alicaída y la cabeza inclinada de Ramón representan la derrota política de la República después del alzamiento militar de Franco. Como contraposición aparece la figura de Rosa iluminada, pidiendo a su marido el carnet republicano. Es una escena que habla de alzamiento militar, de miedo a ser clasificados como republicanos.


Otra Escena como la de la taberna, dan pie al comentario y a la discusión política. Podemos escuchar en directo las noticias de la radio que muestran los acontecimientos decisivos de aquellos días.

Estos dos planos al final de la película, retrata la traición de la familia de Moncho contra el maestro republicano. A la izquierda, se ve a la muchedumbre mirando fijamente a Don Gregorio, mientras los prisioneros liberales están colocados a la derecha, lo cual aumenta la tensión dramática. Es simbólico que el padre de Moncho esté de pie con los conservadores, mientras Don Gregorio, vestido con el traje rayado regalado por el sastre mantiene sus filiaciones políticas. Esta escena simboliza la derrota de los ideales de la República. Toda la familia rechaza al maestro con los gritos iniciados por Rosa como “rojo, ateo...” El mismo Moncho repite los insultos con lágrimas, mientras la cabeza inclinada de Don Gregorio representa la desesperación al observar este profundo rechazo. En este encuadre Moncho se ve confundido con su cara inocente mientras la mano de su madre lo guarda por si él fuera hacer algo inapropiado. El filme termina de forma trágica con Moncho tirando piedras y gritando cosas que tal vez ni siquiera entiende como “ateo, rojo, tilonorrinco, proboscis...”, lo cual simboliza la devastación del sueño ideal de Don Gregorio de criar una generación de jóvenes liberados.
                     


Para saber más sobre el contexto histórico de la película y la situación de los maestros en la república, pincha el siguiente enlace:


Concluyendo, se muestran las dos Españas cargadas de simbología donde al principio del film se muestra una vida feliz y tranquila, marcada por la libertad, impregnada por la naturaleza y por el afán de conocer, pero que va alejándose para dar lugar a un escenario lleno de tensión, agonía, mal estar, empapado por la política, el odio, la pérdida de la libertad, de los valores, la dignidad y por último la traición, trasladando al espectador a aquellos días de decadencia.


R.


viernes, 31 de octubre de 2014

 Cronotopo 

En cualquier relato tanto lingüístico como audiovisual el lector o espectador tiene que comprender la historia que el autor desea transmitir, empezando por el nudo, planteamiento y desenlace. Para ello se emplea el concepto cronotopo propuesto por Mijaíl Bajtín, según él aplicado a la novela, lo define como “la conexión esencial de las relaciones temporales y espaciales asimiladas artísticamente en la literatura”. El tiempo y el espacio constituyen la columna vertebral de cualquier narración. El cronotopo es el lugar en que los nudos de la narración se atan y se desatan. A ellos pertenece el sentido que da forma a la narración. Un cumulo de instrumentos que utiliza el autor para crear en el espectador la ambientación de la obra y desglosar todos los aspectos necesarios para que el individuo conozca cómo y cuándo transcurren los hechos. ¿Cómo está construida la espacialidad y la temporalidad en el relato, y de qué forma pueden iluminar significaciones más allá de las argumentales? A veces historia reales y otras más fantásticas intentando crear un marco de sentido para hacer mas verosímil el argumento como sucede en la ciencia ficción. Es importante que el autor haga comprender al espectador el cronotopo en el que viven los personajes del relato en un espacio tiempo para seguir el hilo de la historia.

Desde el punto de vista novelístico, éste término es más aplicable y entendible por la necesidad de satisfacer la curiosidad del lector y aumentar su imaginación de la obra, con mas detalles de los hechos para ubicar el tiempo – espacio. Sin embargo, aplicado a la imagen audiovisual no tiene la misma importancia pues “una imagen vale mas que mil palabras”, no es tanta la necesidad de explayarse para la correcta captación del espectador. Si el cronotopo de una novela ocupa un total de cuatro páginas, en la película te lo muestra en 10’ por ejemplo.   

En cualquier proyecto audiovisual es necesario presentar siempre a los protagonistas y para ello se utilizan cronotopos donde se muestran las relaciones sociales y la cultura, así cómo la época en que viven, siempre utilizando los recursos que se consideren necesarios. Un flashback es un cronotopo porque se aprecia un cambio de ubicación.

En la articulación de las obras modernas hay que tomar en consideración tanto los cronotopos del mundo representado como los de los lectores y los creadores de las obras; o por decirlo de otra manera, la interacción entre el mundo representante y el mundo representado. Podría decirse que nos encontramos ante dos acontecimientos: el que se nos cuenta en la obra, y el de la narración misma (en la cual participamos, en tanto que auditores-lectores). Estos acontecimientos se desarrollan en momentos diferentes y en lugares diferentes. Simultáneamente, estos acontecimientos se reúnen en un acontecimiento único y complejo, que podríamos designar como la plenitud del acontecimiento.

Por ejemplo, en la película La soga, consta de un único cronotopo pues toda la historia transcurre en un apartamento. Sin embargo en Harry Potter hay muchos cronotopos.

Concluyendo, la generación en la que vivimos los cronotopos son de uso cotidiano, un cronotopo es mas evidente en un libro pero igualmente necesario en los dos ámbitos. Es fundamental un cronotopo para concretar el espacio tiempo en el que transcurre lo acontecido.


R


viernes, 17 de octubre de 2014

EDUARDO MANOSTIJERAS

A lo largo de la historia del género humano se ha buscado explicar las distintas rarezas que ocurren en humanidad pero no siempre es posible encontrar una explicación lógica y sensata. Debido a esto han surgido fábulas, supuestos y mitos. La mayoría de esos mitos existen de nuestro pensamiento. Cómo resolver, comprender y dar sentido a ciertos fenómenos, cosas y situaciones que suceden alrededor de la vida cotidiana de un ser humano. El paradigma estructuralista dice que nosotros pensamos por oposición, este principio se encontraría en esa tradición del sentido apofántico, esto es, afirmar o negar algo de algo y adquirir así valor de verdad. Sin embargo, los humanos no afirman ni niegan continuamente. En oposición, aparece la corriente del posestructuralismo, la que podemos vincular sin duda a la corriente hermenéutica, al giro lingüístico, lo que buscan es la existencia de distintos niveles de sentido y significados en el lenguaje, cuya tarea principal es desvelarlos, es decir, que se esconde detrás de los mensajes. Aquí los esquemas mentales son producidos por la sociedad en nuestras relaciones, construimos la forma en la que nos referimos al mundo y al construir esa forma, construimos el mundo. Una de las formas del ser humano de explicar el mundo viene de la mano de este autor con su obra Mythologies en la que plasma un análisis sobre el mito con un enfoque dirigido a la semiología. Y con esta nueva tradición hermenéutica posestructuralista, se deja a un lado el sentido y se inclina por la forma, que es a lo que se refiere la semiología.
Lo que interpreta Roland Barthes es que cuando se habla de mitos, no se refiere a las historias relacionadas con religiones extintas. En palabras del mismo Roland Barthes, “en la actualidad el mito es un habla, es decir, es un sistema de comunicación, un mensaje, sujeto a unas condiciones lingüísticas que lo caracterizan. Según esto, cualquier objeto, concepto o idea es susceptible de convertirse en mito, siempre que se den las condiciones”.

Este habla que se refiere el filósofo es un mensaje y por lo tanto contingente de ser oral, es decir, puede ser o no ser, no es necesario que sea oral,  puede estar formada de escrituras y representaciones. Todas estas unidades de síntesis significativa sea verbal o visual, un libro o una pintura, todo hasta los objetos podrán formarse en habla mientras signifiquen. Todo lo que justifique un discurso puede ser un mito. Éste solo puede tener fundamento histórico, pues el mito es un mensaje elegido por la historia y no surge de la naturaleza de las cosas. Un orden determinado que comparte todo ser humano y lo vuelve como natural, como que siempre ha sido así, perpetuándose en el tiempo y dándole fuerza a su veracidad.

Por otra parte dice, “las mitologías expresan una visión del hombre y del mundo; significan una organización del cosmos y de la sociedad”.

A día de hoy se ha puesto en evidencia el carácter semiológico de nuestras actitudes y de nuestras creencias, la mayor parte de nuestras elecciones están condicionadas por representaciones inconscientes de origen mítico; ¿por qué nos vestimos así y no de otra forma? ¿por qué bebemos vino en la comida y no leche? Reflexionaba sobre mitos de la vida cotidiana francesa que intuían una ideología burguesa. Dichas reflexiones provenían de fuentes tan variadas como un film, una fotografía o un plato de comida y le permitían realizar una "crítica ideológica al lenguaje de la llamada cultura de masa" y "un primer desmontaje semiológico de ese lenguaje".

Los mitos se imponen o los impone la sociedad y casi siempre hay algo que esconden y está dado por la forma. Lo mejor para descifrar el significado oculto del mito se tendría que analizar desde dónde viene el mito, quién lo hace y qué nos dice. La semiología es una ciencia de las formas, pues estudia las significaciones independientemente de su contenido. Un solo concepto puede encontrar diferentes formas. Y esto es importante porque permite descifrar el mito, la conducta es la que muestra su intención.                 
Según estas fuentes: http://www.victordelrio.es/blog_docente/?p=174, Barthes propone en su explicación, el significante del mito puede verse de dos maneras. Como término final del sistema lingüístico lo llamaremos sentido, y como término inicial del sistema mítico, lo llamaremos forma. Al significado del segundo sistema (el mítico), lo llamaremos concepto, y al tercer término, el signo del segundo sistema en el que confluyen forma y concepto, lo llamaremos significación. El esquema quedaría del siguiente modo:

Teniendo en cuenta el esquema, imaginemos una de mis películas favoritas de la infancia, Eduardo Manostijeras de Tim Burton. En lingüística, el significante se compone de los personajes protagonistas, Kim Boogs, la anciana que narra la historia después de que su nieta le pregunte por el origen de la nieve y Eduardo Manostijeras, que es la creación de un viejo inventor que fallece antes de ver acabada su obra. Como en los cuentos clásicos, la explicación fantástica de un hecho, el origen de la nieve,  sirve para dar pie a una historia llena de ternura y humanidad, aquí tendríamos el significado. El mundo de los cuentos está lleno de personajes distintos que querían ser humanos, como Pinocho. Con este guión se vuelve a recrear la figura de Frankenstein, aunque en esta ocasión el monstruo parece menos terrorífico. Y el término final del sistema lingüístico que es el singo, el sentido que yo le doy a la historia, es la no aceptación por la sociedad de los que son "diferentes" a los que no cumplen los parámetros de lo que esa sociedad considera como normal. Los demás le perciben de forma totalmente opuesta a como es realmente y ello nos lleva al juego de las apariencias, bajo su agresivo aspecto, Edward es bondadoso mientras bajo su apacible fachada, la buena sociedad está podrida por los sentimientos más egoístas. La historia es una fábula con contenidos y enseñanzas morales.

Por otro lado, en el sistema mítico, el significado sería la oposición de dos mundos. Eduardo aislado del mundo, pasa de la fantasía de su castillo misterioso gótico a una realidad de clase media con estereotipos. Y el signo sería las fases que atraviesa Eduardo, la aceptación, la ruptura y el rechazo. La curiosidad inicial del pueblo se va convirtiendo poco a poco en una aparente aceptación. Eduardo empieza a formar parte de la comunidad y descubre el amor de la mano de la joven Kim, pero el joven descubrirá que, al final, los seres excepcionales como él no tienen cabida dentro de una sociedad intolerante en esencia.


Concluyendo, esta historia es un esfuerzo de superación de miedo que mezcla amor, drama y fantasía, que alude al mito de las apariencias. Junto al mito de Frankenstein, ambos se basan en la creación de un ser sobre materia muerta. En definitiva, proyectan lo humano sobre una base tecnológica, mecánica y no humana. Algo contradictorio con nuestro principal protagonista, Eduardo, ya que demuestra en toda la película ser el sujeto más auténtico de esa sociedad. Es una película llena de significados si el espectador se pone hacer un análisis detallado o profundo, sentidos secundarios que Barthes califica como significación dentro del mito.

Que empiece a nevar y sentirte como en una escena de Eduardo Manostijeras.
“El sentido de la condición humana, con sus conflictos primordiales, siempre se ha presentado en un escenario imaginario, a través de relatos y fábulas que han dejado huella en nuestras formas de pensar y hasta en nuestros conceptos. Los poesías o los profetas pusieron rostros a los dioses, si disponer a priori de un orden del mundo o sentido de la condición humana cualquiera. De este modo, lo que pretendemos no es tanto interpretar el mito como ver cómo el mismo interpreta el mundo o nuestra condición con en el mundo. Los deseos humanos no están ocultos en los mitos, se expresan en ellos”.


 “No importa lo que suceda, Edward siempre será especial"

R.